El proyecto interno del fraccionamiento fue diseñado en función del modelo de tormenta que fue generado por el organismo operador de Salamanca, mismo que generó intensidades de diseño muy superiores a las que se han medido históricamente en la zona. Adicional a esto las condiciones de una topografía extremadamente plana y un tipo de suelo prácticamente impermeable.
Condujeron a un sistema de interceptores muy robustos, en total se proyectaron 72 bocas de tormenta para captar el escurrimiento pluvial sobre la superficie del fraccionamiento. Se condujeron inicialmente con tubería de PVC hasta 75 centímetros de diámetro y por costo se a tubería de concreto de 90 centímetros hasta la tubería general de 213 centímetros.
Se consideró un material que cumpliera la NOM-011-CONAGUA-2015 lo que garantiza su hermeticidad. Adicionalmente también se recomendó que las pruebas hidrostáticas se realizarán conforme a las normas de ASTM de Estados Unidos ya que es un proceso más seguro, eficiente y económico para esos diámetros.